En un
castillo muy lejano vivía un rey que al quedar viudo se dedicó por completo a
sus hijos que eran tres príncipes el mayor de siete años cuando falleció la
reina y las dos últimas eran muy pequeñas, todos eran muy seguidos. Cuando la
reina cayó enferma el rey se preocupó y se trajeron médicos se cambió todo el
personal de servicio del castillo también se trajo una cuidadora solo para
ella; la reina se sentía muy contente cuando le llevaban a sus aposentos a las
dos pequeñas, los príncipes la visitaban en la mañana y en la tarde antes de
acostarse y ella les contaba historias entretenidas y se reían pasando momentos
agradables que más tarde en la adolescencia recordarían con cariño.
Los niños
crecieron, los príncipes tenían clases individuales y las doncellas se
preocupaban de los princesas; el príncipe mayor se llamaba Osmar el segundo se
llamaba Hans y el menor Carl, las princesas se llamaban Jazmín y Ambar. A Osmar
le agradaba Jazmín y trataba de estar
siempre junto a ella a Hans también le gustaba Jazmín y ella se dejaba querer;
Ambar era traviesa y revoltosa y no dejaba en paz a nadie, pero su príncipe
adorado era Osmar que no encontraba la
forma de sacársela de encima hasta que terminaba llamando a una doncella para
que se la llevara a jugar a otro lado. La vida en el castillo era alegre y
entretenida, el rey se preocupaba de la educación de sus hijos ayudado por la
gobernanta que se encargaba de las princesas ya que había sido ella la que las
había recibido, todo estaba bien, pero al llegar a la adolescencia cada vez se
notaba más la atracción que sentía el
príncipe Osmar por la princesa Jazmín y el príncipe Hans que no dejaba de
entrometerse, a su vez la princesa Ambar no dejaba de perseguir al príncipe
Osmar haciéndole perder la paciencia, pero el príncipe Carl tranquilo y
cariñoso estaba atento para consolar a la pequeña Ambar. La gobernanta empezó a
preocuparse y le comentó al rey lo que estaba sucediendo, el rey se
intranquilizó había llegado el momento de revelar el secreto o guardarlo para
siempre, se lo había prometido a la reina, pero ahora aunque todo el futuro de
sus hijos estaba programado lo que estaba pasando entre ellos le causaba
preocupación y decidió que los príncipes Osmar y Hans irían a conocer a sus
prometidas pasarían un tiempo afuera y fijarían las fechas de sus matrimonios
se quedarían con él en el castillo el príncipe Carl y la princesas Jazmín y Ambar,
pero la gobernanta seguia preocupada por Carl, su cariño por Ambar y lo que
sufría de verla tan apegada a Osmar y de
haberla oído decir muchas veces que se iba a casar con su príncipe soñado, Carl
no lo podía soportar; la gobernanta al ver esto les dijo: que los hermanos no
se podían casar y que ellos ya estaban comprometidos y serían muy felices
porque el rey se había preocupado de su futuro desde el momento que nacieron.
Los Príncipes volvieron muy contentos habían
fijado las fechas de sus matrimonios y se casarían el mismo día en el castillo
de la prometida de Osmar.
Asistieron
al casamiento las dos princesas y como estaban invitados sus prometidos
tuvieron la oportunidad de conocerlos, la princesa Jazmin se sintió feliz, el
príncipe era muy apuesto, atento y cariñoso, pero Ambar estuvo deisgustada casi
toda la noche, se casaba el príncipe Osmar, su sueño se hacía trizas y su
prometido no le gustaba y como siempre el príncipe Carl estaba a su lado junto
a su .prometido, el príncipe Carl no la dejaba un momento al ver esto la
gobernanta habló con el rey, había que buscar una solución, el rey se acerca y
le pide a Carl que lo acompañe, ha llegado su prometida y desea conocerlo, al
verla Carl la encuentra muy hermosa, es muy diferente a Ambar, pero es muy
hermosa y no puede dejar de mirarla.
Así quedaron
solos la Princesa Ambar
El Rey y la
gobernanta respiraron más tranquilos el secreto no sería revelado, la promesa a la reina se había mantenido.
Elfridia 19*Julio”2017
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