Cerca de
las viñas en una casa de campo, al lado de un árbol había un columpio y Marcela
una niña de doce años pasaba la gran parte de su tiempo arriba del columpio, le había costado aprender a
darse impulso sola, pero ahora lo hacía tan rápido que parecía que volaba y
decía: me gustaría ser un pájaro y tener alas, pero no,
me gustaría volar y ver lugares lejanos como los que
contaba un amigo del papá, él decía que en los campos donde vivía los trigales en
primavera se cubrían de amapolas rojas, él se sentaba entre el trigo y las
amapolas y era un conjunto muy hermoso, ver el trigo dorado entre grandes
manchas rojas y tocaba un instrumento musical que en este momento no recordaba
su nombre, pero si se venían a su mente otras historias como la leyenda de
Elfridia 30*Septiembre*2017
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