domingo, abril 26, 2020

Te Invito a leer La Princesa encantada








Había una vez en un reino muy lejano donde solo la imaginación y la fantasía pueden llegar, un rey una reina y una princesita que vivían en un castillo maravilloso de oro plata y cristal, con piedras preciosas incrustadas en sus muros.


Eran muy felices y sus súbditos los querían mucho. Cerca del reino vivía una bruja que todos temían. Un día se le perdió su gato negro y su genio se descompuso estaba enojadísima, salió a buscarlo y no lo encontró. Después de algún tiempo, la bruja pasó cerca del castillo de los reyes y vio a la princesita jugando con su gato. Se puso furiosa, se llevó a su gato y dejó convertida a la princesita en una ratita blanca.  Los reyes al ver esto quedaron desconsolados y fueron donde la bruja a pedirle que deshiciera el hechizo, porque la princesita no sabía que era su gato. La bruja accedió con una condición: solo desaparecería el hechizo, cuando un gato blanco jugara con ella.
Los reyes quedaron muy afligidos, porque los gatos no quieren a los ratones. ¿Cómo iba un gato a jugar con una ratita?
Pasó el tiempo, la ratita blanca creció y estaba muy linda, todos la querían y los reyes la cuidaban mucho, deseaban que llegara pronto el día que un gato blanco jugara con ella, pero a la vez tenían miedo que se le acercaran los gatos, porque podían hacerle daño.
Un día que la ratita estaba en el jardín vio un hermoso gato blanco que iba en el anca del caballo de un príncipe; El gato de grandes ojos verdes miró a la ratita; El príncipe le dice: …. “No le hagas daño, es una ratita tan linda”…. El gato que quería mucho a su amo le hizo caso, pero le llamó mucho la atención la ratita blanca y al otro día volvió sólo a verla y jugó con ella; El hechizo se deshizo y apareció una bella princesa que acarició al gato blanco y le dio las gracias por haberla liberado del encanto de la bruja. Los reyes estaban felices y el príncipe al oír esto, fue al castillo con su gato blanco a ver a la princesa y la encontró tan linda que se enamoró de ella.
La princesa estaba feliz; Se casaría con el príncipe que había pedido su mano y se irían al reino de él con el hermoso gato blanco que se había convertido en el regalón de la princesa.

Elfridia

07-Mayo-1990



































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