Era un trozo de madera,…lo miraba y daba vuelta y su mente empezó a crearlo. Que hermosas formas fueron dándole sus manos, la gracia de su cabeza erguida con su pelaje al viento, la agilidad de sus patas en pleno movimiento. Que maravilla sentir esa fuerza creadora y traspasarla a un pedazo de madera; sólo un artista, un alma sensible puede crear tanta belleza.
Era sólo un caballito de madera, pero estaba hecho con tanto cariño y dedicación que parecía de verdad, más la imaginación del artista lo transportó a la fantasía dándole hermosos colores sacados de la naturaleza, el azul del cielo, el café en todas las tonalidades de la tierra, todo esto combinado resultó una sinfonía de colores. Al mirarlo parecía el caballito de un cuento de hadas para llevar a una linda princesa hasta el castillo de un príncipe encantado. El artista miró su obra, estaba muy contento deseaba quedárselo, pero él vivía de su trabajo y tenía que venderlo. Lo llevó a una tienda muy linda donde se vendían cosas muy hermosas se lo entregó a la dueña sintiendo pena de dejarlo. Al poco tiempo cuando volvió a llevar otras cosas la dueña de la tienda le contó que un matrimonio había comprado el caballito para adornar el dormitorio de una niña, el artista sintió una gran alegría y su mente se alejó soñando…veía al caballito en una linda cómoda blanca, junto a una muñequita vestida primorosamente como dama antigua con capelina con flores y cintas y su vestido largo con blondas y valencianas, una hermosa sombrilla colgando de su mano; la habitación clara y luminosa con grandes ventanales, los muros blancos y la alfombra azul, las cortinas de velo con vuelos y la cama con un lindo cobertor con florcitas silvestres de todos colores. Un dormitorio lindo y alegre donde lucía con toda su belleza el caballito. El artista vuelve a la realidad y su corazón se llena de alegría, el caballito ha encontrado
el lugar apropiado, recreará los ojos de los que lo miren y hará feliz a esa
dulce niña que sin saber quien lo hizo apreciará su obra.
Esa
noche la niña que recibió el caballito de regalo al dormirse se siente
transportada a un castillo donde ella es la princesa. Un guardia se acercó a
avisarle que su prometido el príncipe ha sido tomado prisionero por un mago muy
malvado y nadie ha podido rescatarlo. Su padre el rey, manda a sus
guardias
que vayan a buscarlo, pero no se atreven a llegar hasta el castillo del
mago.
La
princesa llora desesperada no sabe que
hacer…de
repente aparece un hada muy linda vestida de blanco el hada le dice: querida princesa yo te voy a ayudar, en la
ventana te espera un caballito que tiene grandes poderes, cambia de color,
corre y vuela por el cielo, si galopa por el bosque toma el verde de los árboles
y si vuela, cambia al azul del cielo; él te llevará donde el príncipe, tu debes
evitar que te vea el mago. Sólo podrás
rescatar al príncipe cuando no esté él. El hada desapareció y la princesa abrió
la ventana, afuera la esperaba el hermoso caballito. Se subió ágilmente y partieron rumbo al
castillo del mago. Cruzaron ríos y lagos también grandes montañas hasta llegar
cerca del castillo del mago que estaba rodeado de frondosos bosques. El caballito dejó de volar, se metió en el
bosque y su color cambió a verde igual al de los árboles la princesa lo miraba
admirada, galoparon velozmente y llegaron a las puertas del castillo que estaba
rodeado de un foso y sólo se podía pasar a la puerta de entrada por un puente
levadizo.
La princesa le
pidió al caballito que volaran alrededor del castillo para tratar de ver donde
estaba el príncipe, así lo hizo el caballito y su color cambió a azul. En la
torre más alta del castillo había una pequeña ventana con barrotes, se
acercaron volando y vieron a un lagarto verde con visos dorados que brillaban. La princesa se asustó, el malvado mago debía
haber convertido al príncipe en un lagarto, cómo podrían ahora romper el
hechizo para rescatar al príncipe?… El caballito le dice: ¡no temas
princesa! Vigilaremos al mago y descubriremos el secreto para rescatar al
príncipe. El caballito achicó su tamaño junto con la princesa y quedaron
convertidos en miniaturas. Así, entraron volando al castillo, lo recorrieron y
oyeron al mago decirle a los guardias llévenle la comida al lagarto verde y los
guardias murmuraban hasta cuando irá a tener al
príncipe convertido en lagarto?…Así, el caballito y la princesa confirmaron que el lagarto verde
era el príncipe, ahora faltaba descubrir el secreto del mago para liberar al
príncipe del hechizo. Esa noche mientras el mago dormía el caballito le dice a
la princesa acércate al oído del mago y pregúntale cómo puede un lagarto
convertirse en príncipe?..Así lo hizo la princesa, pero el mago estaba tan
dormido que no le contestó nada. La princesa estaba desesperada no sabía que
hacer, el caballito al verla así decidió ir él donde el mago, en ese momento
apareció el hada y les dice: El mago se
va esta noche y es la oportunidad para rescatar al príncipe cuando estén libres
llevadlo a la cima de la montaña y decid tres veces “que el verde se convierta en azul y el
azul en príncipe”, luego de
decir esto el hada desapareció. La princesa estaba preocupada, porque no sabía
como iba a salir el príncipe por la ventana, ésta tenía barrotes, el caballito
le dice: No te aflijas, con el lazo de tu vestido amarraremos los barrotes y yo
los tiraré sacándolos para que salga el príncipe; ¡pero mi lazo se cortará, es
de seda!, dice la princesa. Tu lazo se
convertirá en la soga más fuerte con los poderes del hada, no temas bella
princesa…y así fue, al
poco rato vieron salir al mago con una
comitiva como si se fuera de viaje.
Entonces ellos aprovecharon la oportunidad para salvar al príncipe de su
cautiverio. Lo llevaron a la cima de la montaña y dijeron tres veces lo que les
había dicho el hada: “Que el verde se convierta en azul y el azul en príncipe”. Y el lagarto
se convirtió en príncipe. Este se sintió muy feliz de quedar libre del hechizo
y montando en el caballito junto a la princesa volaron hasta el castillo. Los
reyes al verlos se alegraron mucho y quisieron saber como había la princesa
rescatado al príncipe y ella les contó todo lo sucedido, le dieron las gracias
al caballito encantando que se alejó volando. Los príncipes quedaron felices y
nunca más los volvió a molestar el mago. Al otro día al despertar la niña
recordó el sueño, se los contó a sus padres y estos lo escribieron y se lo
mandaron a la dueña de la tienda para que se lo hiciera llegar al artista que
había hecho el caballito. Este al
recibir el cuento se llenó de alegría, su caballito no sólo había adornado la
habitación de una niña, la había hecho soñar y la transportó en alas de su
fantasía a un mundo maravilloso. Muy contento
siguió trabajando en sus obras de artesanía.
Elfridia 21*Abril*1991
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