Un día vio venir a otra ardilla se acercó a ella y le
preguntó como se llamaba de donde era y si quería vivir con ella: La ardillita
le respondió que se llamaba Marrón por su color café oscuro que venía de muy
lejos y no tenía donde vivir, le agradaría mucho quedarse con ella.
Garcifu y Marrón se hicieron muy buenos amigos, comían
bellotas y corrían por el bosque jugando entre los árboles.
Un día que estaban fuera de su casa empezó a llover,
corrieron y se metieron en el tronco del árbol, pero siguió lloviendo con
truenos y relámpagos, estaban tan asustados que se taparon sus cabezas con las
patitas para no ver ni oír todo ese estruendo de repente empezó a entrar agua a
su casa y corría por el tronco del árbol inundándolo todo. Las ardillitas
salieron corriendo y subieron a una rama del
árbol. Se quedaron allí empapadas hasta que pasó la tormenta.
Cuando se tranquilizó todo se fueron a buscar otra casa; Buscaron y
buscaron y al fin la encontraron está estaba mucho más alta en un árbol muy
lindo lleno de hojas.
Garcifu y Marrón llevaron todas sus cosas y la pequeña
casa quedó muy cómoda; Cuando tuvieron toso listo dieron una fiesta para
estrenar su casa, invitaron a todos los animalitos del bosque, juntaron hartas
bellotas y le pidieron a sus amiguitos que trajeran su comida preferida. La
fiesta resultó muy entretenida y así Garcifu y Marrón vivieron felices en su
nueva casa.
Elfridia
4-Abril-1991
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