domingo, agosto 08, 2021

El árbol que quería alcanzar a las estrellas



 

 

 

             
 Era un árbol que se sentía muy solo,  no sabía como se  encontraba  en  ese bosque  junto a un  lago  en  medio  de  todos esos otros   árboles de  hermoso  follajes.

          El  sol con  su luz y  calor  lo acariciaba en  la   mañana  dándole  los buenos  días,  pero  ya  más  tarde  sentía  tanto calor  que  la  sed  lo  consumía,  no  le  bastaba  el sereno de  la  noche  ni  el rocío  de  la  mañana,  deseaba  beber  esa  agua cristalina  que  estaba  en  el  lago.

          El  viento  movía sus hojas a  veces con  suavidad  como  jugando  y  contándole  historias fantásticas  de  todos  los lugares  hermosos y lejanos que  había visitado;   Cómo  se  había  llevado  las hojas  de los árboles  en  Otoño  para  que volvieran  a  brotar mas  lindas  en  primavera y  así  esas ramas  desnudas  pasarían  todo el invierno sin abrigo  y solo algunos pájaros vendrían a  verlos  los más  valientes  para  el  frío,  porque los otros buscarían  lugares más  cálidos  donde  pasar el invierno.

 

         El  pequeño  árbol  iba  aprendiendo  poco  a  poco. Ese viento  que  jugaba con él  un día  lo sacudió con fuerza  remeciéndolo entero  y botándole las hojas,  pero él pequeño árbol no quería perder todas sus hojas y haciendo un esfuerzo  no dejó que el viento se las llevara  y así las fue renovando para cubrirse del frío y de la lluvia.

         En las noches el pequeño árbol  miraba las luces que brillaban en el cielo  junto a la luna y le llamaban tanto la atención que deseaba llegar junto a ellas  para verlas de cerca.     

          Un día un pájaro  se  posó en  una de sus  ramas  y  el pequeño árbol le preguntó  dime  pájaro que son esas  luces que brillan en la noche en el cielo.? El pájaro le contestó  son las estrellas dicen  que son hadas que con su luz guían a los  hombres en su camino por la tierra  y cuando pierden su  luz quedan en la oscuridad, pero  para  todos  siempre  hay    una segunda  oportunidad  si eres bueno  y sabes  dar lo  mejor de  ti  a los  demás.

 

            El  pequeño  árbol  deseó crecer  y  alcanzar a las  estrellas para que lo guiaran  con su luz  y así  empezó  a crecer   hasta que  sobre  pasó  a  los otros árboles   dándose cuenta que ahora podía ver  el lago por encima de ellos.

 

            El viento  así  como jugaba  con él  también  lo hacía  con  el lago levantando  sus aguas en pequeñas  olas  como  jugando  e  invitándolas a  bailar,  pero  a medida   que la  fuerza del  viento las  empujaba  con  más  rapidez  las olas  eran  más  grandes más  altas  llegando  a  la  orilla  como  si  fueran  a  arrasar  todo.   Al pasar  la  tormenta  el lago se calmaba  y se convertía en un  espejo donde él se miraba  orgulloso,  sus hojas  verdes y  brillantes.

 

            Era  maravilloso  contemplar  éste lago cambiante   que él admiraba una  y  otra  vez,  porque  cada  día  cada  hora  era diferente  en  su  forma  y  color, azul, verde, gris, café, y así  según  la  claridad  del  cielo, las  nubes,  la  vegetación o  la  tierra  le daban  un  color  distinto al  anterior, pero  a  pesar  de  ver  estas  cosas  tan  hermosas  él  seguía  deseando crecer  y crecer  para  llegar  a las estrellas  y  ver  si  en  realidad  eran  las  hadas  que  le  había contado  el  pájaro.

      

             Los   otros  árboles  le  preguntaron por qué  quieres  seguir  creciendo    ya  estas  tan  alto?. El  respondió  quiero  llegar  a  las  estrellas,  ellos  se  rieron, eso  no es posible  le  dijeron  al  árbol  porque  ya no  era  un  pequeño   árbol  era  todo  un  árbol  muy pero  muy  alto.

Se  sintió  desilusionado   sería verdad  que él  nunca  llegaría  a  las  estrellas,   pero como  todas  las  cosas  que  se  desean  y se  hace  todo  lo  posible  por  alcanzarlas,  esa  noche  las  hadas vinieron  a  visitarlo y   como   él  no podía  llegar  donde  ellas  habían  venido  a  verlo y  le  dijeron que siempre  que  en  la  vida  hay  un  deseo, una  ilusión  y se cree en ello  ese  sueño  se    realiza.    El  árbol  se  sintió  feliz  él  no  había  alcanzado  a  las  estrellas  pero  las  hadas  habían  venido  a  verlo  su  deseo  se  había  cumplido.

 

22-Agosto-2000            Elfridia          

                                           

                                                                    

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