Se
quedó asombrada ¿Porqué no podía retenerlas si eran tan lindas? Entonces
apareció un hada y le dijo: sí son hermosas cuentas de cristal y haré un collar con ellas, pero solo te
durará un momento y luego tienes que sacártelo porque se convertirán en agua. El
hada desapareció y la niña fue a su habitación a mirar el collar en un espejo y
al ver su imagen reflejada en él se sintió como en un sueño. El collar daba visos azules que brillaban
transformando toda la habitación en un salón, una música suave la envolvió
sintiendo que un príncipe tomaba su mano
y la llevaba dulcemente bailando. Ella no supo si el tiempo se detuvo o
paso tan rápido que sólo sintió que su collar se convirtió en agua mojando su
cuello y su ropa y el salón, la música y el príncipe habían desaparecido.
Corrió
a la ventana a ver las gotas de agua, pero sentía tanta pena que corrieron las
lágrimas por sus mejillas y al caer al suelo se convirtieron en perlas. Apareció
el hada nuevamente y le dice hace un
momento cumplí tu deseo de hacerte un collar de cristal con las gotas de la
lluvia. Tu soñaste con un príncipe, de recuerdo te dejaré este collar de
perlas, que lo hice con tus lágrimas, pero no estés triste tu sueño se hará
realidad.
La
niña tomó el collar de perlas y lo guardó en un pequeño cofre no se atrevió a
ponérselo por temor a que desapareciera como las cuentas de cristal.
El
tiempo fue pasando y un día que ella iba al colegio se le cayó un libro y un joven
se lo recogió y al encontrarse sus miradas sintió una gran
emoción y su cuerpo tembló era el príncipe con el que bailó en su sueño y vio
en sus ojos que él sentía lo mismo que ella. Caminaron juntos al colegio y cada
uno entró en su sala de clases, porque él estaba varios cursos más avanzados
que la joven.
Así
los dos no solo se vieron en los recreos sino que siguieron saliendo juntos, el
amor había anidado en sus corazones.
La
joven sacó el collar de perlas de su pequeño cofre. Al tomarlo sintió la voz
del hada que le dice: Te casarás con él cuando cumplas veintiún años que es el
número de perlas que tiene el collar, si mantienes tú pureza tan blanca como
esas perlas.
La
joven se sintió muy feliz y como no sabía
a quien contarle el secreto de su felicidad salió al jardín y vio a dos pajaritos
que revoloteaban anunciando con sus trinos que se acercaba la primavera la
joven se sentó en un banco y los pajaritos se posaron en sus hombros, ella les
habló y su voz era tan dulce y suave que parecían notas musicales y los
pajaritos callaron para escucharla los ojos de la joven brillaban de alegría,
el amor había llegado a su vida.
Se
fueron los años con sus penas y alegrías y llegó el momento tan esperado, el
día del matrimonio y los dos seguían tan enamorados como cuando se conocieron.
La
hermosa novia se miró al espejo y sacó el collar de perlas de su cofre, al
hacerlo apareció el hada y le dice: Puedes ponértelo, tu sueño se ha hecho
realidad y el collar no desaparecerá porque no solo has soñado también has
vivido en la realidad.
La
joven se pone el collar se ve preciosa,
una sonrisa ilumina sus labios es el reflejo de una alegría inmensa que siente
en su alma y recuerda las gotas de lluvia que parecían cuentas de cristal y que
al llegar a sus manos se convirtieron en agua, pero ahora como dijo el hada no
estaba soñando, el príncipe que había visto en su sueño era real y sería su
esposo……… no desaparecería como las gotas de agua
Elfridia Talca- Septiembre-1993

No hay comentarios:
Publicar un comentario