Frente a una plaza muy bonita vivían unos niños que eran muy buenos amigos, eran tres niños y una niña. Todas las tardes después del colegio salían a jugar a la plaza, andaban en bicicleta, jugaban a la pelota y lo pasaban bien. Un día se cayó la pelota en una casa deshabitada, ellos entraron a buscar la pelota y esta había caído en el ante jardín cerca de una puerta de servicio, los niños corrieron hacía la puerta y ésta se abrió, ellos se miraron y entraron a ver que había.
Se encontraron con un jardín todo descuidado, la maleza casi tapaba todas las plantas y la fuente que estaba en el centro tenía el agua verde sucia. Los caminos de piedra casi no se veían de pasto, los niños comentaron; Debe haber sido un jardín muy lindo, pero está tan feo. La niña les dijo: Y si lo limpiamos, sacamos la maleza y lo cuidamos se vería precioso, porque tiene lindas plantas. Los niños miraron las rosas de todos colores, los lirios amarillos, blancos y morados, las calas junto a una fuente de piedra rosada, en un rincón entre las sombras las hortensias rojas, los crespones y los diamelos, cerca del muro camelias blancas y rojas, paqueret rosa, amarillo y blanco y otos arbustos que había que podarlos porque estaban sus ramas entrelazadas unas con otras, las violetas, nomeolvides, pensamientos, porcelanas y otras plantas apenas asomaban entre el pasto. Los niños decidieron venir todas las tardes a limpiar y a cuidar el jardín, sería “El jardín secreto” les pareció maravillosa la idea.
Uno se consiguió un pedazo de manguera, otro un rastrillo viejo, una escoba y un azadón y la niña trajo un juego de jardinería que le había regalado la mamá, eran una palita y un rastrillo pequeño como garra.
Todos los días se juntaban en el jardín y poco a poco a medida que fueron sacando la maleza aparecieron las plantas, los arbustos y empezaron a verse muy lindos, limpiaron la fuente y echaron a correr el agua que caía salpicando las pequeñas piedras de los caminos que la rodeaban, se sintieron felices de ver todo lo que habían logrado en tan poco tiempo hasta los pájaros llegaban a tomar agua de la fuente.
Llegó la primavera y el jardín estaba precioso, florecieron los arbustos y las plantas con el cuidado de los niños, las hojas se veían verdes, brillantes y las flores con sus colores más intensos. Estaban felices con su “jardín secreto”.
Un día al llegar a la casa encontraron la puerta del ante jardín cerrada con llave, al otro día pasó lo mismo y no pudieron entrar, sintieron mucha pena porque el jardín sin sus cuidados volvería a crecer la maleza y ya no estaría tan lindo. Los niños empezaron a preguntar que había pasado y el cuidador de la plaza les contó que había venido el corredor de propiedades y le había vendido la casa a una familia que tenía una niña. A los pocos días llegaron los nuevos vecinos. La niña era amorosa y los niños fueron a saludarla, le contaron que ellos habían cuidado el jardín y querían llevarse sus cosas. La niña le dijo que su mamá se había enamorado del jardín y que volvieran cuando quisieran a jugar con ella, los niños le dieron las gracias y se fueron, estaban tristes habían perdido su “jardín secreto” La mamá notó a la niña decaída y le pregunto que le pasaba, ella le contó lo del jardín y que ya no podrían seguir cuidándolo porque había llegado una familia a la casa deshabitada, la mamá le dijo no estés triste también aquí en tu casa puedes cuidar el jardín no necesitas cuidarlo todo y puede ser tu “jardín secreto” A la niña le pareció una muy buena idea y fue a contársela a sus amigos y todos se pusieron contentos cada uno en su casa podría tener su propio “jardín secreto”.
Elfridia.
04-Junio-1990
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