En un remoto lugar había un castillo de tres colores nadie sabía de quien era o quien vivía en el. Un día llegó volando un faisán dorado que se detuvo en un lado del castillo miró por una ventana y vio una hermosa hada con un vestido blanco maravilloso que brillaba. Ella tejía con hilos de oro, plata y cristal una infinidad de canastillos. El faisán le preguntó que hacía ella le contestó que esperaba a los bebés que llegan a la vida y les daba la bienvenida. El faisán le preguntó porque ese lado del castillo era blanco el hada le contestó porque los niños llegan a la vida con sentimientos y pensamientos puros y el color de la pureza es blanco.
El faisán se fue volando a otro lado del castillo y vio un hada con un hermoso vestido azul que jugaba alegremente en una habitación con varios juguetes una muñeca, una pelota, un caballito balancín, calesas en miniaturas, cajas de músicas e infinidad de otros juguetes. Luego pasó a otra habitación que era como una sala de clases donde abrió un libro y leyó, tomó un cuaderno y escribió, cantó, bailó, todo lo hizo como si no fuera nada de difícil hacerlo y se veía muy feliz.
El faisán le preguntó que estaba haciendo y porqué ese lado del castillo era azul. El hada le contestó que ella le enseñaba a los niños a hacer todo con buena voluntad, dedicación y alegría para ser felices y el color azul porque es muy bello el cielo y el mar son azules y todo lo que es bello da felicidad.
El faisán dorado voló al último lado del castillo cuyo color era rojo y vio una amorosa hada de vestido rojo que envolvía una infinidad de regalos maravillosos besos en corazones de cristal y hermosas flores con chispitas de colores. El faisán se acercó y le preguntó que para quién eran esos regalos el hada le contestó que eran para los niños porque eran un símbolo del amor. El amor es dar no solo un regalo también puede ser un gesto cariñoso, una mirada dulce o una sonrisa. El faisán preguntó ¿y el color rojo? ella respondió porque el amor está representado por el corazón y el corazón es de color rojo. El faisán se marchó pero no tenía todo muy claro y volvió al castillo para preguntarles a las hadas, porqué están encerradas en el castillo porqué no salen y les dan sus dones a todos. El hada del vestido blanco le respondió: porque no todos siguen siendo buenos
El hada del vestido azul le respondió: no todos alcanzan la felicidad. El hada amorosa de rojo le contestó: no solo hay amor también hay odio pero nosotras hacemos todo lo posible para que llegue un día que solo haya bondad, felicidad y amor.
El faisán emprendió su vuelo y mientras volaba deseó que llegara pronto ese día para todos de bondad, felicidad y amor.
Elfridia.
5-Abril-1990
Gracias Cristina.
ResponderEliminarMe has dado una gran alegría al leer el cuento "El castillo de tres colores" a 24 niños y saber que les agradó.Gracias por tu atención de enviarme sus dibujos.
Cariños y besos.
Elfridia