domingo, octubre 12, 2014

La Bruja Amaretto

 






¡Qué susto! La niña mira el árbol sin hojas las ramas café, su tronco rugosa parece como si estuviera vivo,.. corre, ¡Es tan feo que le da miedo! Vuelve la cabeza y ve que el árbol corre detrás de ella. NO alcanza a dar un solo paso más.. el árbol la toma por los hombros y le dice: ¡Hermosa niña baila conmigo!. Ella lo mira y ve que tiene ojos, boca y sus ramas se mueven como brazos; una música muy linda inunda el claro del bosque. El árbol la lleva dulcemente al compás de la música.
Bailan y bailan ella cierra sus ojos se deja llevar.
De repente siente unos brazos de verdad, abre los ojos y se encuentra con un apuesto príncipe que le dice: Querida niña, me has liberado del hechizo de la bruja Amaretto y te lo agradezco. Ella le pregunta: Por qué estabas embrujado? El le responde: porque es una bruja muy traviesa. Yo la eché de mi reino, ella hechizaba a todo ser que encontraba a su paso. La bruja se enojó y me convirtió en árbol, solo se acabaría el embrujo cuando una niña bailara conmigo. Me alegro de haberlo ayudado, le dice la niña. El príncipe le preguntó: ¿Cómo te llamas? ¿Quines son tus padres? Ella le contestó me llamo Lina y mis padres viven en el bosque, él es el guardabosque, ella había salido a recoger frutas silvestres y sin darse cuenta se había alejado demasiado hasta el claro del bosque. El príncipe al llegar al palacio la mandó a dejar con sus guardias y le envió varios regalos al guardabosques en agradecimiento por lo que había hecho la niña. En el palacio todo era alegría, el príncipe estaba de nuevo con ellos, pero él no se sentía tranquilo. ¿Qué iba a pasar ahora con la bruja Amaretto?
La mandó a llamar para llegar a un acuerdo con ella
Al momento apareció la bruja Amaretto con su escoba verde y su gato blanco Amarettino. Era una bruja muy  traviesa, con un traje blanco de falda larga y ajustada; sus medias listadas en azul, verde, fucsia y amarillo. El sombrero listado igual a sus medias y la gran cinta que llevaba al cuello Amarettino también listada con los   mismos colores del sombrero de la bruja. El príncipe la mira; la bruja Amaretto tiene ojos negros muy vivos, el cabello liso y negro igual a sus ojos la nariz respingona y en su boca una sonrisa picarona, como si se estuviera riendo de las travesuras que hacía. Ella le dice: ¿Qué pasa ahora? Ya estás libre del hechizo, ¿Qué quieres?   Llegar a un acuerdo, te pido que no molestes a los seres vivientes del bosque, que los dejes tranquilos. Los ojos de  la bruja Amaretto brillan y despiden gran cantidad de lucecitas. ¿Me estás echando nuevamente de tu reino?  El príncipe se molesta y le dice: no pises mi reino y yo no pisaré tus dominios. La bruja Amaretto se enoja y le contesta: No pisaré tu reino; el río será la división, pero quién pise mis dominios se convertirá en piedra. Llamó a su gato Amarettino, montó en su escoba verde y se fue volando entre los árboles que rodeaban el palacio. El príncipe quedó muy disgustado. No había conseguido nada, la bruja convertiría en piedra a todo ser que cruzara el río.
Pasaron los días el príncipe se sentía solo, pensó que debía casarse. Haría un viaje y buscaría una princesa para hacerla su esposa. Hizo los  preparativos y se fue, con gran alegría de sus súbditos. Lina la hija del guarda bosques no hacía otra cosa que pensar en el príncipe. Se había enamorado de él. Un día volvió al claro del bosque, dónde lo había conocido; sintió la música y empezó a bailar hasta llegar a la orilla del río, de repente la música dejó de tocar y ella vio maravillada al otro lado del río una flores muy hermosas, azules amarillas y rojas; quiso cogerlas, cruzó el río.. Al pisar la tierra en la otra orilla se convirtió en piedra con visos celestes, rosados y rojos era una piedra muy especial. La bruja Amaretto aparece delante de la piedra y le dice: ¡Vamos a ver qué va hacer ahora el príncipe!  Solo se romperá el hechizo cuando se case contigo.
Pasaron las semanas los meses, hasta que el príncipe regresó. Apenas supo que había vuelto el guarda bosques fue a verlo y le contó que Lina, su hija se había perdido  iba mucho al claro del bosque dónde se habían encontrado la primera vez y no sabía nada de ella. El príncipe llegó al claro del bosque, miró, caminó hasta llegar al río, pensó...
¡Si lo ha cruzado.., la bruja debe haberla convertido en piedra! Se acercó y en la otra orilla vio una piedra muy extraña que despedía luces de varios colores; El príncipe cruzó el río y sin pisar la tierra, recogió la piedra y volvió a su palacio. Cuando estaba en sus salones mirando la piedra sin saber que hacer, aparece la bruja Amaretto y le dice: Solo se romperá el hechizo si te casas con ella; el príncipe le dice que sí; no puede dejar  a esta niña convertida para siempre en piedra. La bruja Amaretto desaparece y Lina vuelve a ser ella, y el príncipe la encuentra muy hermosa.
Se hacen los preparativos de la boda y Lina le pide al príncipe que invite a la bruja Amaretto: gracias a ella se conocieron y van a casarse ¡Es solo traviesa! No es mala, ¿Por qué no ser amable con ella? El príncipe accede a la petición de Lina y envía una invitación para la boda  a la bruja Amaretto y a su gato Amaretttino. Llegó el día del matrimonio, todo estaba preparado. Cuando empezó la ceremonia, apareció la bruja amaretto  en la escoba verde con su traje blanco, solo sus medias y sombrero eran distintos; todo dorado y la cinta de Amarettino también dorada. El príncipe y Lina la saludan. Ella les dice:   ¡Gracias por la invitación! Los seres de tu reino pueden estar tranquilos. No volveré a embrujarlos. Has sido gentil conmigo y quiero corresponder a tu atención. Los invitados estaban asombrados. La bruja Amaretto se sube a la escoba con su hermoso gato Amarettino y desaparece en el bosque. Lina y el príncipe se casaron y fueron muy felices.

Elfridia

                           Talca*02*Septiembre*1991     

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