Era el
primer día de clases y solo cuatro alumnos llegaron a la escuela, la profesora
que era muy joven y este era su primer día
como tal, estaba contenta de haberlo conseguido aunque le habían dicho
que tenía muy pocos alumnos, porque las casa quedaban muy retiradas de la
escuela y además era muy pequeña no cabían más de quince alumnos y en la villa
había una escuela más grande, pero era su primer día,
pronto tendría más
alumnos, tenía que tener paciencia y llegar a los padres de los niños para que
enviarán a sus hijos a la pequeña escuela; Como los niños eran de distintas
edades tendría que empezar con las lecciones del programa para pequeños que les
serviría de repaso a los más grandes y luego con mucha paciencia, porque era
como tener dos cursos juntos. Así la profesora trató de hacerlos participar a
todos y en el recreo jugó con ellos y pensó cuando vengan los demás va a hacer
mucho más entretenido y también los más grandes me pueden ayudar, pero no fue
así; algunos padres preferían que los niños los ayudarán en sus casas y a la profesora le costó mucho convencerlos
que sus hijos tendrían un futuro mucho mejor si estudiaban y se preparaban para
ser profesionales y así mejorar sus condiciones de vida. Pasó el tiempo y la
profesora logró su objetivo, la pequeña escuela estaba llena de niños. La
paciencia y constancia
de la
profesora había conquistado no solo a los niños sino que también a sus padres.
Elfridia 15*Marzo*2016
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